50 años del swing radial de Evaristo Jiménez Martínez
Conozca la historia de uno de los mejores locutores de Barranquilla, que por 18 años fue voz comercial del ‘Campeón’ Édgar Perea, y ahora conmemora su cincuentenario en la radio.
Por Roberto Llanos Rodado
A pesar de los difíciles momentos de tristeza, dolor y pena que se viven por causa de la pandemia, Evaristo Jiménez Martínez, reconocida figura de la radio barranquillera, tiene grandes motivos para celebrar y estar contento.
Por estos días alcanza la cumbre de los 50 años de actividad en ese medio, una conmemoración que no se cumple tan fácil, ni todos los días.
El regocijo no solo lo embarga a él, toca también a la familia, amigos, colegas; y se puede decir que a casi todos lo que lo conocen, pues en lo personal Evaristo goza de un carisma singular que lo hace un tipo amistoso, fácil de querer.
“Évaro”, como lo llaman de cariño muchos en el gremio radiofónico, posee un vasto palmarés profesional que lo ha destacado en varias empresas radiales.
Una veces de director artístico, otras de ejecutivo, de programador musical, lector de noticias, coordinador de programación en la cadena Caracol, y locutor de cabina.
En los últimos 25 años ha combinado estas tareas en la radio con la docencia, labor pedagógica que dedica a capacitar nuevos locutores en momentos en que el medio atraviesa por una dura crisis de formación y selección de estos profesionales.
Dentro de la relación de méritos que Evaristo Jiménez ha cosechado en su paso por la radio, muestra con orgullo la permanecía durante 18 años como voz comercial del inolvidable ‘campeón’
Édgar Perea Arias (QEPD), indiscutible figura de la radio deportiva nacional con nombre propio entre los más brillantes del continente.
“La experiencia con Edgar fue muy valiosa. Él era muy disciplinado, y eso me lo transmitió a mí. Se exigía mucho a sí mismo para cumplir bien su papel, por tanto yo tenía que estar en ese mismo nivel profesional. En definitiva cambié mi estilo de vida, empecé a cuidarme más”, recuerda con evidente emoción.
El trabajo en equipo al lado del rey de la sintonía deportiva, le representó a Evaristo Jiménez reconocimientos a nivel local y nacional.
“En 1985 fui seleccionado por la cadena Caracol como locutor comercial en la transmisión de los partidos de las eliminatorias al Mundial México 86. Estuve en Argentina y Perú al lado del ‘Emperador’, Marco Antonio Bustos y Wbeimar Muñoz; Edgar Perea y Hernán Peláez. Sucedió lo mismo en la Copa Libertadores de América en 1981, que comenzamos en el Maracaná de Río de Janeiro. Fue motivo de orgullo que con tantos locutores en la cadena, me escogieran a mí”, añade.
La unión con Édgar Perea
Su llegada al lado de Perea se produjo en febrero de 1978, cuando el renombrado narrador cimentaba su primerísimo lugar de sintonía con la hinchada de Junior, que aún vibraba por la conquista de la primera estrella el año anterior.
“La voz comercial de Édgar Perea era Rafael Barrios Montes, quien salió de la cadena. El entonces gerente de Caracol Barranquilla, Alberto Navarro Urueta (QEPD), me recomendó para el cargo. Yo trabajaba como locutor de cabina en Radio Reloj”, rememora Evaristo.
El debut fue en Cúcuta, Junior enfrentaba al cuadro ‘Motilón’ en un juego que representó el estreno de la futura estrella Arnoldo Iguarán, con el club fronterizo.
“Viajé emocionado, con algo de tensión, pero me tenía confianza pues había leído comerciales en béisbol al lado del ‘Premier’, Rafael Pérez Hernández”.
Evaristo menciona que el periodista deportivo que acompañaba a Perea en las transmisiones era Luis Alberto ‘Cheo’ Feliciano, recientemente fallecido.
“En el vuelo a Cúcuta ‘Cheíto’ me dio mucho ánimo y consejos, me recomendó que abriera la transmisión presentando a Édgar".
“Después de que Perea saludó a la audiencia viví uno de los momentos más felices de mi recorrido en la radio. ¡Édgar Perea! ¡el ‘Monstruo’ de la narración deportiva! Con su portentosa voz se refirió a mí en estas palabras: ‘Ahí lo tienen, este es mi nuevo locutor comercial, escúchenle el swing, porque va a dar mucho de qué hablar’. Yo no lo podía creer”.
Al cierre de la transmisión el joven locutor saboreó la cereza del postre de aquel estreno auspicioso.
Perea lo felicitó extra micrófono: “Buena flaco, lo hiciste muy bien”, le dijo lacónicamente, pero bendición suficiente para sentir que arrancó con pie derecho esta nueva etapa de su carrera.
La relación con Edgar Perea trascendió lo profesional, cimentaron una amistad estrecha que involucraba a las familias de ambos. “Las fiestas de despedida de fin de año, eran algo maravilloso”, trae a la memoria.
No obstante ese vínculo de afecto y armonía profesional, la unión tuvo un bache la vez que Evaristo dejó de asistir a una transmisión.
“Cometí esa única indisciplina, y al día siguiente presenté avergonzado mi carta de renuncia”.
Lo que Jiménez Martínez menos esperaba, dado el temperamento severo y seriedad que Perea imponía a su trabajo, fue que lo perdonara tan fácilmente.
“Han venido como 50 locutores por tu puesto y les he dicho que no había hablado contigo. Pero tranquilo, quédate en el cargo, eso sí, no vuelvas a dar papaya”, le advirtió el ‘Campeón’ sin asomo de enojo.
“Ese fue tremendo espaldarazo y no volví a fallarle más”, añade.
Inicios en la radio
La pasión por la radio le surge a Evaristo Jiménez Martínez desde su infancia en el barrio Rebolo, donde escuchaba en un viejo radio de transistores las voces estelares de la época: Marcos Pérez Caicedo, Gustavo Castillo, Ventura Díaz, Rafael Pérez Hernández, y el mismo Perea, entre otros.
“Crecí también en los barrios Las Nieves y Carrizal, y a donde llegaba narraba aquellos partidos callejeros de bola de trapo, deporte muy popular en Barranquilla”.
Tras graduar de bachiller en el colegio de la Universidad Libre, y mantenerse atento a lo que se hacía en la radio, decidió por cuenta propia recorrer emisoras en busca de una oportunidad laboral frente a un micrófono.
Visitaba Todelar donde tenía un amigo, Ramiro Vera García, quien le permitía entrar a los estudios a familiarizarse con las consolas y demás artilugios de la emisora.
Igual frecuentaba Emisoras Variedades, dirigida por el recordado Álvaro Ruiz Hernández (QEPD). En 1970 tuvo allí su primera experiencia “al aire”, Ruiz le confió un especial sobre el primer rey vallenato, Alejandro Durán, y salió bien librado.
Pero la carrera profesional la inicia en firme en 1971, con la rúbrica de un contrato laboral por $600 mensuales en La Voz Porteña, que tenía una programación de baladas. Desempeñaba doble función, locutor-control.
A partir de ahí se les abrieron las puertas en otras emisoras importantes. Una de estas Radio Cumbia, que dirigía Tomás Emilio Alba (QEPD), personaje de la radio barranquillera.
“Luego pasé a Emisoras Unidas como locutor de cabina, hasta que en febrero de 1977 llegué a Caracol Radio, donde también fui locutor de cabina, además lector de noticias, coordinador de programación de las emisoras de la cadena en Barranquilla, y voz comercial de Édgar Perea, su máxima estrella radial”.
Formación profesional
En medio de sus labores incipientes de locutor en La Voz Porteña, la Universidad Autónoma del Caribe abrió el programa de Comunicación Social, e impulsado por el deseo de capacitarse decidió estudiar la profesión.
Tuvo el respaldo del dueño de la emisora, Plutarco Barraza, que le pagó la matrícula de los dos primeros semestres.
Luego se les vinieron encima algunos problemas personales y tuvo que abandonar los estudios.
Permaneció dos años fuera de la Universidad, pero cuando ingresó a Caracol decidió reanudar la carrera.
“Me ‘pelé’ la cara con el gerente, Gabriel Cuartas Franco, quien me dijo, ‘si me trae las notas de los dos semestres le doy una beca’. Las conseguí con el doctor Jorge Humberto Klee, decano de la facultad, y obtuve la beca con la que me pude graduar”.
En los tiempos de Universidad Evaristo Jiménez compartió aulas con ahora reconocidos periodistas de la ciudad, Sigifredo Eusse Marino, Carlos Lajud Catalán (QEPD), Jorge Mariano Rodríguez, Eduardo Hernández Vega, Olivia Mendoza Acosta, Francisco De la Hoz Vides, Rafael Sarmiento Colley, entre algunos.
La ruta profesional de ‘Évaro’ comprende otras estaciones radiales: director de Radio Mar Caribe, locutor en el Circuito Todelar, La Voz de la Costa y Emisora ABC, en la que transmitió los Juegos Centroamericanos del Caribe del 2018, celebrados en Colombia. Ahora desarrolla un proyecto online en www.hora24.con.
¿Cómo ve la radio actual?
Para un profesional de la radio que conmemora 50 años de actividad ininterrumpida en el medio, y por tanto testigo de tantas transformaciones como el auge de las estaciones en frecuencia modulada, y ahora el boom de las emisoras online con la revolución de la internet; es importante conocer qué análisis hace del presente y futuro de este medio.
"La radio AM está en crisis hace rato, las emisoras independientes alquilan espacios a quienes lleven la plata y por sumas exorbitantes. No hay control de calidad, hablan los que carguen la ‘tula’ y punto, pues ya no exigen licencia de locución ni tarjeta de periodista".
“En la radio FM abunda la chabacanería, locutores con un léxico deprimente hablan como ‘coletos’, ellos dicen que llaman sintonía, ¿pero qué tipo de sintonía?, pregunto. El fenómeno se refleja más en la Costa, y por desgracia Barranquilla lleva la bandera".
“Esto hay que dejarlo de lado, que si van a hacer humor que sea humor decente, tampoco hacer apología o ridiculizar la homosexualidad, algo que igualmente se ha puesto de moda".
“En cuanto a las emisoras en la web son una buena alternativa, pero hay que saberlas manejar, el Ministerio de las Telecomunicaciones debe ejercer mayor control, porque cualquiera monta una estación online y se despacha sin ninguna experiencia en radio”.
En su disertación Evaristo Jiménez hace referencia a lo que él aplica en las funciones de docencia que ha ocupado en la Universidad Autónoma del Caribe, el Sena, e institutos como Tecnicor, Esap, Elion Yireth y Gente estratégica.
“Ante la crisis actual de valores en la radio, a mis estudiantes les inculcó valores éticos, de respeto al escucha, que produzcan radio como si estuvieran dialogando con los oyentes, que hagan radio creativa, que no repitan lo malo que hacen los demás, que no imiten lo malo que está saliendo en radio ahora”.
'Evaro' personal
A los 72 años de edad el barranquillero Evaristo Jiménez Martínez se considera un melómano completo, amante de la salsa dura de antaño, de boleros y baladas, del vallenato clásico y de la música costeña de porros, fandangos y cumbia.
Sus ratos de descanso los dedica a compartir en familia, a escuchar música, leer literatura y textos de formación docente.
“También estoy atento a la radio noticiosa y deportiva, permanezco bien informado”, dice.
Sobre su círculo familiar recuerda:
“Mis padres son Genebraldo Jiménez Puello, obrero de las desaparecidas Empresas Públicas Municipales, y Cristina Belén Martínez Martínez, ama de casa. Ambos fallecidos. Soy el mayor de cuatro hermanos, Elena Isabel, Inílida Victoria y Genebraldo (QEPD)”.
Está casado con Nelly Alicia De la Hoz Solano, con quien tiene cuatro hijos: Yuri Evaristo, Ronald Jair, Johana Belén y Brian. En una relación anterior tuvo dos hijos, Juan Carlos y Ella Cecilia Jiménez Camelo.
A manera de cierre a este reconocimiento periodístico a 50 años de vida radial, se puede destacar que así como suelen distinguirse a grandes voces en la lectura de noticias, la narración deportiva o locución de cabina, Evaristo Jiménez Martínez clasifica como la voz comercial por excelencia de la radio barranquillera.